martes, 6 de febrero de 2007

Diarios de deni walker

Como buen cabezón que soy sigo moviéndome en el coche de San Fernando -mitad a pie mitad andando- pese a que el desplazamiento me sale gratis. Camino Serrano abajo hasta Atocha.
A mitad de camino descubro una pizzeria que hasta entonces me había pasado desapercibida y decido probarla porque está estratégicamente ubicada. Digamos que a partir de ahora podría convertirse en mi centro de operaciones.

Aun está cerrada así que me siento en el banco de en frente a esperar que pasen los eternos 14 minutos.
Una señora interminablemente oronda me mira mirando a la puerta así que mira a la puerta también y se para, se acerca, se sienta, se sienta más cerca, más aun. Me asusto porque veo en sus ojos que también tiene hambre y tengo miedo de que quiera comerme como aperitivo hasta que abran. Me levanto y abro la puerta. Pregunto si está abierto, me dicen que sí negando con la cabeza y me quedo con el sí.
"Arriba estarás atendido". Subo y solo hay dos personas comiendo. Trabajan allí.
- Está cerrado, faltan 5 minutos.
- ¿Puedo esperar dentro, sentado?
- Ok (mientras niegan con la cabeza).

Llevo unos 20 minutos esperando y decido hacer una foto para entretenerme, saco mi cámara y busco mi reflejo en el edificio de enfrente pero solo veo el reflejo de una enorme figura que se está terminando su ensalada. ¡¿se está terminando su ensalada?!
- Camareroooooooooooooooooo
...

Es increíble como son capaces de optimizar el pisto los madrileños.
Hace algunos años, cuando le cogí tanto ajco a esta ciudad, descubrí que en algunos mejicanos regentados por árabes que contratan peruanos pisto equivale a guarnición de burrito. Hoy descubro lo mucho que puede llegar a parecerse un pisto al condimento de las pizzas. Se parece tanto tanto que el cocinero se ha equivocado haciéndome la pizza tejana -recomendada por el camarero- y no me hubiera dado cuenta que era pisto si no fuera porque la masa sabía demasiado a empanadilla (que no tiene nada que ver pero también es muy castizo).

Resumiendo:
Primer plato = ensalada. El día que explicaron como se hacía la salsa roqueford esta gente faltó a clase.
Segundo plato = pisto-pizza.
Postre = Trato de quitarme el mal sabor de boca pidiendo un tiramisú y recibo un bonito trozo de mantequilla con chocolate espolvoreado.

Lo dejo aquí que me estoy alargando y no quiero que se me enfríen los filetes de pollo empanados, y sin pisto.

3 comentarios:

  1. y mientras tanto, yo trabajando a 40km

    ResponderEliminar
  2. Eso... es mala leche Seize 9... y lo tuyo Deni... Mala suerte. de verdad, que lo que te ocurre a ti en Madrid no es normal...

    ResponderEliminar
  3. lo mejor es que todo lo que le pasa es normal. Lo que no es normal (afortunadamente)es su modo de contarlo.

    ResponderEliminar