cosas buenas, cosas malas

Vivir con tu pareja tiene cosas buenas y cosas malas.
Tiene cosas buenas para ella, pero sobre todo para mí.
Llego a casa y hay alguien dispuesta a contarme su día y aguantar mis novedades, que suelen estar relacionadas con unos objetos que se colocan en los pies. Tiene su encanto hacer la comida para otra persona y lo tiene aún más esconderse bajo la manta mientras en la tele aparece cualquier basura.
Entre las cosas malas está tener que limpiar apresuradamente cuando vienen sus amigos (deni está en ese punto en el que es "su" o "mi" amigo dependiendo de si hace algo bueno o malo). Más cosas malas.
Tengo la mitad de espacio para ropa, lo que quiere decir que tengo la mitad de espacio para zapatillas.
Me siento como una embarazada porque compro comida pensando que soy dos personas. Incluso se me han hinchado los pechos.
Y más cosas. Hoy, por ejemplo, me despierto medio dormido, alargo el brazo, cojo una camiseta y un vaquero, me visto y me miro al espejo. Tengo cara de dormido pero aún así me doy cuenta de que llevo puesta la minifilda de lila.
Luego está lo bueno. Lo bueno es que salgo a correr con 3 grados y vuelvo sonriendo. Me nieva mientras hago la compra y lo disfruto como un niño. Que todos me dicen que siempre río. Lo bueno es que hago cualquier cosa y me siento un tipo con suerte.
Puede que alguno de vosotros creáis que eso no tiene nada que ver con vivir con tu pareja, pero yo sé que sí.