En la época en la que mi padre se casó, lo tradicional era que el novio lo pagara todo. Mi padre, que de vez en cuando es respetuoso con las tradiciones, puso cara de póker y pagó como le correspondía, después de repetirse cien veces que sería una vez en la vida (porque entonces lo era). Se casó un lunes por la mañana para pillar a todo el mundo trabajando. Y la gente pidió vacaciones.
25 años más tarde, mi hermana decide casarse y a mi padre le parece estupendo. Le parece estupendo hasta que alguien le habla de pagar el convite porque "lo tradicional era que pagara el padre de la novia". Una tradición con algo menos de 25 años. Así que otra vez con la misma cara se vuelve a plantear que es una vez en la vida (es su única hija).
Hace unos meses, cuando le dije que me casaba, preguntó a todo el mundo si habían vuelto a cambiar las tradiciones.
domingo, 27 de julio de 2008
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Al celebrar una boda se hace sufrir a más gente de lo que uno se imagina :P
ResponderEliminarRecuerdo verte detrás de una maleta azul y escondido en una barba... Las camisetas naranjas y las gorras de nombres para mi "innombrables".
ResponderEliminarY a pesar de todo el tiempo que ha pasado, o precisamente por eso, Felicidades de todo corazón, a ti y a Lila.. y enhorabuena por ese compromiso de eterna complicidad que firmáis.
Un besazo
Además de seguir la moda de pagar las Bodas, tu padre es un hombre que ha creado moda... Ese sombrero aventurero ya tan característico en las playas españolas...
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