Azul salmón

La TV nos educa -que lo haga correctamente es otra cosa-.
La TV nos prepara para situaciones a través del aprendizaje vicario, del que es máximo exponente entre otras cosas por el tiempo que pasamos frente a ella.

Sabemos que a los lagartos que vienen del espacio les gustan los ratones, que los coches hablan y encuentran siempre una pequeña rampa en el momento en que se pulsa "turbo boost", que es imposible desalojar a un ocupa si canta "no nos moverán" junto a sus amigos, que los extraterrestres juegan a las canicas nacaradas, que no hay familia más ilustre en el oeste americano que los Mackeihan, que las calabazas se llaman Ruperta y, que la llegada de los niños está relacionada con que el tubito de plastico se ponga o no azul.
"¡Ponte azul, ponte azuuuuuul!" gritaba un confuso Jordi Moyá junto a la Rosengingsen en alguna de tantas películas en las que se trata el embarazo.

Supongo que a un teléfago como yo le resulta extraño encontrarse en una situación típica de película sabiendo que debe por todos los medios evitar los tópicos y frases hechas.
El caso es que te pones a mirar el tubito de plástico y allí nada se pone azul. Nada cambia de color. Nada pita. Ninguna serie de leds se ilumina formando la palabra "congratulations".
Las dos lineas rosadas siguen en el mismo sitio 10 minutos después. Entonces llegan las miradas, los abrazos, las risas nerviosas y las lagrimas de emoción. Y uno piensa que no puede dejar de contarlo en el blog al mismo tiempo que se asusta ante la responsabilidad de que lo escrito perdure y sea leído por esas dos lineas rosa salmón.

Luego, gracias a un susto, te confirman en urgencias que Soft lleva dentro la habichuela mágica esa que crecía y crecía.
Unos días después, el ginecólogo se encarga de explicarte, frente a una pantalla en blanco y negro, que Soft necesita reposo absoluto (cama->sofa->cama) para que ese pequeño y suave latido se convierta en el terremoto para el que tenemos tantas papeletas.

Después de casi un año de dudas adquisitivas, la Panasonic FZ18 -cada vez más tirada de precio en Redcoon- desaparece de la lista junto con el a punto de salir del horno 3G iPhone. Ya ni te planteas recuperar el iTouch 32GB.

En la película de tu vida ha habido cambio de papeles y ahora te toca actor secundario, probablemente el graciosillo. Ese que mira el tubito de plástico y dice alguna tontería acerca del color de las lineas mientras saca la cámara dispuesto a hacer una foto cada semana de la barriguita que contiene la habichuela mágica con latido suave y ojos rajados de color azul salmón.

- Escribir un libro.
- Plantar un árbol.
- Quererte mucho.