domingo, 23 de marzo de 2008

La presión del Oscar

Uno hace algo bien un día, de casualidad. Alguien se da cuenta y te felicita. Después se lo dice a fulanito, que se fija y coincide, así que fulanito también te felicita, y menganito, y su amig@ y así sucesivamente hasta que te fijas en lo que has hecho y no entiendes nada.
Lo peor es que desde ese momento, te da un miedo atroz volver a hacer lo que hiciste, porque entonces todo el mundo descubriría que ha sido pura casualidad lo que quiera que les haya gustado tanto.
Eso debió pasar a Marisa Tomei y tantas otras personas que sucumbieron al premio.
Y eso probablemente es lo que me va a pasar a mí después de los comentarios de esta tarde.

¿Ahora como me atrevo a hacer otra foto? o peor aun, a subirla.

2 comentarios:

  1. Lujo de comentarios!!!, y yo sigo entendiendo lo mismo que de avestruces, pero seguro, que eres capaz de hacer otra cosa igual o mejor!!!.

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