Cada vez que pillo una bolsa de plástico en el mercadona me siento sucio. Otra bolsa, más plástico, más derivados del petróleo. Un producto más que tardará años en reciclarse.
Ahora que alguien me explique el extraño placer que he sentido cuando he visto alguien por la calle con una bolsa de pryca.
miércoles, 7 de noviembre de 2007
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