Son las 9 y hay que encontrar algún restaurante para comer algo ligero
y volver corriendo a ver a mi Betis.
Por esta zona -Atocha- solo hay bares de cócteles y cervecerías,
mesones, que no me ape, y una arrocería donde no me han dejado comer
porque como mínimo hay que venir en pareja, como han hecho un hombre
de Paco y la niña del champú -también de Paco-.
Cansado y con prisas me meto en un local de comida gallega que solo
tiene una minimesa libre y que parece hacer invisible al cliente que
se sienta en ella.
Se va una pareja y aprovecho para cambiarme y de paso dirigirme a la
barra a preguntar por la carta y hacer ver que soy un hombre invisible
con hambre y prisas.
Vuelvo a la barra, siguen sin atenderme y faltan 20 minutos para el
partido. Me levanto y me marcho justo cuando la camarera decide
pasarse por ahí, o eso creo ver reflejado en el cristal, así que hago
como que he salido a hacer una llamada para "normalizar la situación"
(ultimamente hago cosas que me sorprenden).
Total, que desesperado me planto en un "burriquin" camino del hotel y
salgo pitando a ver el partido.
Sí, ya me he dado cuenta que es mañana.
una pena lo del partido pq Chamartín "habiera" sido un buen sito para cenar un perrito (q pagaría la empresa) y ver al glorioso equipo verdiblanco.
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