Cenando anoche con mis 3 tías (una no sale) como parte de las comentadas "quedadas post boda".
A lo largo de la velada salió el manido tema acerca del despiste de mi padre. Se mondaron de risa cuando les conté que hace mucho años mi padre noto que empezaba a marearse al meterse en la ducha. Se le nublaba la vista y pensó en un posible desmayo así que con cuidado salió del cuarto de baño, a tientas y a trancas y barrancas llegó a su destino, el dormitorio, donde le esperaba la cama y un descanso reparador.
Se sentó sobre la cama, se fue acomodando, se acostó lentamente, se quito la gafas y, voilá, el malestar desapareció al mismo tiempo que recuperaba la vista.
Cuando uno lleva tanto tiempo con gafas acaba duchándose con ellas, y claro, se empañan.
jueves, 10 de mayo de 2007
Quedadas post boda 3
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Ole por Don Antonio!!
ResponderEliminarun beso para él y Marta, un encanto ambos.
Me encanta la foto y... la historia, no tiene desperdicio...
ResponderEliminarSu historia tampoco tiene desperdicio. A ver si un día me animo y empiezo a contarla
ResponderEliminarNo me digas que la historia puede tener tintes de "Big Fish" porque entonces no me la pierdo...
ResponderEliminarBig Fish es un cuento de niños para ellas.
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