viernes, 25 de mayo de 2007

mí misma

Durante un tiempo hablaba de mí misma en femenino. Si alguien que lea esto no me conoce, diré que tengo vello en las piernas, barba e incluso pene. Soy lo que vienen llamando un hombre. Y por eso sorprendía moderadamente el uso del femenino. Mucha gente, la mayoría, pensaba en mis tendencias sexuales, sobre todo a raíz de la costumbre de ciertas mariconas locas de hablar de sí "mismas" y confundir a los que aún no distinguen entre identidad de género y homosexualidad.
Lo mío iba por otro camino. Dicen que las mujeres son así, así y así, y yo cumplo tres de tres. ¿Me convierte eso en una de ellas? ¿Tiene algo que decir mi cromosoma Y? Luego me di cuenta de que no soy "sólo una mujer". Hay cientos de generalizaciones que cumplo y sin embargo no soy negro, moro, sudaca ni futbolista de primera división. Nací en Cádiz y no tengo gracia, lo que me convierte en una gaditano anómalo, en una mujer que no le interesa ir de compras, en un hombre que no le gusta el fútbol.

2 comentarios:

  1. Vale, en pleno efecto microsiervos decides salir del cajón (en tu casa no caben armarios si Lila y tú estáis dentro) y confundir más a los internautas perdidos haciéndoles creer que el 50% de este blog es responsabilidad de un transexual Nikeaholic.
    Con la imagen tan reaccionaria que me estaba creando ¿ahora que alter-ego me invento?

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  2. Y esperas a llevar cinco meses viviendo conmigo para decírme esto...! esta misma noche cambio la cerradura de la puerta...!

    Si no fuera porque te equivocas diciendo que eres un gaditano sin gracia, no te perdonaría...

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