Algo pasa con microsiervos

Escribí el post con prisa y lo posteé vía Gmail -que ahora resulta que se dice "yimeil" y no "jemail" de los Jemail de toda la vida-. El caso es que por probar decidí poner la imagen como adjunto, por si San Google (parece que también lo llaman "gugel", hay gente pa tó) tenía los cojones de subirla al blog en el tamaño y la posición en la que suelo hacerlo. Evidentemente el post carece de imagen, si la tuviera me iba a Googlelandia y le plantaba un beso en los morros, figurativamente hablando.

A lo que iba. El post de dos lineas, sin imagen y con un simple enlace a la página original. Vamos, uno de esos que os pasan inadvertidos, como el resto, para qué negarlo.
Lo dicho, que el post no podía ser más impersonal, insulso, facilón y fácil de saltar a la hora del enlace por esos semi gurús que solo reconocen leer a los gurús, y va microsiervos y nos enlaza.
Poco imaginaba el Coronel Aureliano Buendía aquel mes de Febrero del 2005 que su sueño se vería cumplido antes de cumplir 3 años.

K está acostumbrado, a él lo referencian desde la NBA hasta asesores estéticos, pero a mí... aquí... yo... que solo puedo presumir de haberme estrenado con un comentario de Enrique 4º Dan, que se habría perdido por teignoraatí el pobre.

Yo, puedo prometer y prometo que mi vida como blogger puede terminar dignamente a partir de este momento. Y eso es lo que pienso hacer. No quiero preguntas ni jueguecitos como con Javi Moya. He dicho.



PD: Tampoco me hagáis mucho caso que de eso trata este blog, de empezar de cero a cada martillazo.
PD2: La enajenación mental transitoria del microsiervo Nacho me viene bien para re-re-probar el renovado google analytics que, después de un par de días, dice que las entradas de hoy son cero patatero. A ver que opina statcounter.
PD3: Aprovechando mis 7 minutos de gloria (o el post con efecto yonkis/digg que todo blogger merece una vez en la vida): ¡Vendo kleenex, chicles, peladillas, nombres originales para dominios oiga! ¡Que me los quitan de las manos!