martes, 24 de abril de 2007

¡A La Feria!

Acabo de recordar el chiste del hombre que se encuentra con un amigo que corre sonriente y le pregunta: "¿donde vas?"
"¡A La Feria tío, a La Feria!".
Al día siguiente se lo vuelve a encontrar con la corbata desanudada, la camisa por fuera, ojos hinchados y arrastrando los pies.
- ¿De donde vienes?.
- De La Feria tío, de La puta Feria.
...

Ha comenzado a crecer un runrun que se ha convertido en algarabía. He asomado mi cabeza (ahora me siento en la esquina, al fondo, medio escondido del mundo) y aquello parecía una caseta de feria más que una oficina.
Me llaman. Es para darle el regalo/felicitación de boda a G.
Me pongo junto al grupo pero me obligan a acercarme a la primera fila donde descubro a Soft.
Vaya encerrona. No digo que no me lo hubiera figurado pero no me gusta ser el centro de atención involuntario. Lo paso mal cuando todo el mundo me mira como acción y no como reacción, y encima no puedo hacer ningún comentario escatológico.
Todos nos aplauden y se muestran felices, comparten nuestra excitación ante lo que se avecina. Una verdadera pena no haber traído mi cámara, toda esa gente agrupada al final del pasillo mirando hacía el objetivo hubiera sido motivo de premio en el concurso fotográfico la navidad que viene, en esta no me he llevado ni el de consolación -Conzo para los de Utrera-.

Iba a decir alguna burrada del tipo "saca el wiski cheli" pero ha aparecido la jefa de mi jefe que por tanto es mi gran jefa y me he reprimido. Seguramente en la calle, como amiga, podríamos echar un duelo cerrando bares pero estamos en el fascinante mundo empresarial y la verticalidad es la verticalidad y solo se puede romper tras unas horas de copeteo en la caseta de la empresa.
Feliz feria de Abril.

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