Si hay algo de lo que puedo presumir o avergonzarme (según la ocasión) es de lo respetuoso que soy con la propiedad o material ajeno. Lo cuido más que el propio.
No entiendo a la gente que quema papeleras o les pega patadas. Y sería incapaz de pintar en un libro prestado (mucho menos perderlo). Sin embargo, viendo las fotos, no creo que sea capaz de reprimirme. El próximo seré yo, aunque probablemente en mi propia cama.
PD: Tenéis que entender que llevo media vida saltando (creo que el waterpolo es la única actividad en la que apenas he saltado)
jueves, 14 de septiembre de 2006
¿Podré resistirme a dar el gran salto?
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